¡Zuliano en el Vaticano! Papa León XIV reabre residencia papal

 

 

Un venezolano en el corazón de la Santa Sede.

 

Este lunes 12 de mayo, el mundo católico fue testigo de un evento cargado de simbolismo: la reapertura del apartamento papal en el Palacio Apostólico. Tras la partida del Papa Francisco el 21 de abril pasado, el nuevo Papa, León XIV, personalmente quitó los sellos que habían sido colocados en la residencia. La ceremonia, transmitida en vivo por los canales oficiales del Vaticano, marcó el inicio formal de una nueva etapa para la Iglesia Católica.

 

No fue un acto aislado. La reapertura contó con la distinguida presencia de altos cargos eclesiásticos: el cardenal Kevin Joseph Farrell (Camarlengo), el cardenal Pietro Parolin (Secretario de Estado), monseñor Paul Richard Gallagher (Secretario para las Relaciones con los Estados), monseñor Leonardo Sapienza (Regente de la Casa Pontificia), y una figura con particular significado para Venezuela: monseñor Edgar Peña Parra.

 

Peña Parra, arzobispo zuliano, no solo asistió, sino que representa un hito en la historia de las relaciones entre Venezuela y el Vaticano. Con 32 años de servicio diplomático en la Santa Sede, se convirtió en 1993 en el primer, y hasta ahora único, diplomático venezolano en alcanzar una posición de tan alta relevancia. Su carrera es una muestra de dedicación y ascenso meteórico. Ha servido a la Iglesia en países como Pakistán y Mozambique, y actualmente ocupa el tercer puesto en la jerarquía vaticana.

 

La reapertura del apartamento papal no fue solo un procedimiento administrativo; simbolizó un nuevo comienzo para la Iglesia. La presencia de monseñor Peña Parra, sin embargo, le añade una dimensión adicional, un toque de orgullo nacional para Venezuela. Su éxito destaca el talento venezolano en la escena internacional y pone de relieve el rol cada vez más significativo que nuestro país juega en los asuntos globales. Este evento demuestra que, incluso en el contexto tradicional del Vaticano, el talento y la dedicación pueden abrir puertas y alcanzar las más altas cumbres.