Crisis en Estados Unidos: Trump Ordena Operación para "Liberar" Los Ángeles de "Invasión Migratoria" en Medio de Protestas

 

 

El presidente Donald Trump ha ordenado una intervención federal en Los Ángeles, calificando la situación actual como una "invasión migratoria" que requiere una respuesta inmediata y contundente. En un mensaje publicado en Truth Social, Trump anunció que ha instruido a la Secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem; al Secretario de Defensa, Pete Hegseth; y a la Fiscal General, Pam Bondi, para que coordinen una operación con el objetivo de “liberar” a la ciudad de lo que el considera una crisis migratoria. Esta declaración llega en medio de una serie de protestas y enfrentamientos violentos en Los Ángeles, que se iniciaron el pasado viernes tras varias redadas de inmigración por parte de agentes del ICE.

 

La decisión de Trump ha generado una ola de críticas de parte de figuras políticas y organizaciones de derechos civiles, quienes acusan al presidente de utilizar un lenguaje incendiario y de exacerbar las tensiones en la ciudad. Muchos señalan que sus declaraciones sobre una "invasión migratoria" contribuyen a la narrativa antiinmigrante y a la demonización de los migrantes. El gobernador de California, Gavin Newsom, calificó la orden de Trump como "irresponsable e innecesaria," afirmando que solo empeorará la situación.

 

El anuncio del presidente se produce luego de dos días de enfrentamientos entre manifestantes y agentes federales. Los disturbios comenzaron el viernes tras las redadas del ICE en diferentes puntos de la ciudad. Decenas de manifestantes se congregaron para protestar contra las deportaciones, generando fuertes altercados con agentes federales, quienes respondieron con el uso de gas pimienta y otras tácticas de control de multitudes. Más de 100 personas fueron arrestadas el primer día.

 

El sábado, las protestas se intensificaron. En Paramount, a las afueras de Los Ángeles, se registraron nuevos enfrentamientos entre manifestantes y la policía. Los manifestantes denunciaron rumores de nuevas redadas de inmigración en un establecimiento comercial, mientras que la policía respondió con gases lacrimógenos y otras medidas de dispersión. Los enfrentamientos también continuaron en Compton, cerca del río Los Ángeles. Se reportó el uso de granadas aturdidoras y balas de goma por parte de las autoridades.

 

En el centro de Los Ángeles, las tensiones también se mantuvieron altas. Un gran número de manifestantes se congregó frente al Centro de Detención Metropolitana, lo que llevó a la policía a declarar una asamblea ilegal. Aunque la zona se mantuvo relativamente tranquila el domingo por la mañana, la amenaza de nuevos disturbios perdura.

 

La orden de Trump no especifica los detalles de la operación a llevar a cabo, pero deja claro su intención de intervenir de forma decisiva para resolver lo que él denomina una "crisis migratoria" en Los Ángeles. La orden ha generado incertidumbre y preocupación por las posibles consecuencias de una intervención federal de gran escala. La falta de claridad sobre los planes de Trump aumenta la preocupación de grupos defensores de los derechos humanos, quienes temen que la intervención federal pueda resultar en violaciones de derechos humanos y una escalada de la violencia.

 

Se espera que las próximas horas y días sean decisivos en Los Ángeles. Las declaraciones de Trump ya han incrementado las tensiones, y las posibles acciones de Noem, Hegseth, y Bondi podrían tener graves consecuencias para la ciudad y para las relaciones entre el gobierno federal y el estado de California. La situación se mantiene en constante evolución y requiere una estrecha vigilancia.