Venezuela: ¡Chevron se y Deja un Reto Gigantesco para PDVSA!

 

 

El panorama petrolero venezolano está a punto de cambiar radicalmente. A partir del 20 de mayo, la petrolera estadounidense Chevron dejará de operar en el país, marcando el fin de una era y el inicio de un nuevo capítulo con importantes desafíos para la estatal Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA). Así lo analiza el Dr. Hugo Hernández Rafalli, exdirector de PDVSA, en un artículo de opinión publicado recientemente.

 

Rafalli explica que la salida de Chevron, bajo el amparo de una licencia estadounidense, significa que PDVSA asumirá el control de una producción significativa, estimada en más de 300.000 barriles diarios. Sin embargo, la partida de la multinacional no implica una ruptura total. Se espera que Chevron y PDVSA mantengan relaciones comerciales, especialmente para la exportación del crudo a mercados fuera de Estados Unidos.

 

El experto aprovecha para destacar la importancia de esta nueva situación para Venezuela. La partida de Chevron, si bien implica un cambio importante, también ofrece la oportunidad de aprovechar la experiencia de una empresa global en la comercialización del petróleo en mercados internacionales, facilitando la venta del crudo venezolano en mejores condiciones.

 

Rafalli critica duramente lo que considera una decisión política, sin considerar las consecuencias económicas para el país. Señala que las sanciones estadounidenses, en lugar de afectar a Venezuela, terminan perjudicando a Estados Unidos, que se autoexcluye del acceso a las enormes reservas petroleras venezolanas. Como ejemplo, menciona la entrada de empresas de China y Rusia en el sector, ocupando el espacio dejado por las compañías occidentales.

 

El analista hace hincapié en la imperiosa necesidad de mejorar la eficiencia y transparencia de PDVSA. Considera fundamental modernizar la gestión de la empresa, desde el punto de vista gerencial, técnico, económico y financiero, para acabar con la corrupción y garantizar una administración que beneficie a todos los venezolanos. Su propuesta no apunta a la privatización, sino a una gestión pública eficiente y moderna. En resumen, el futuro de la industria petrolera venezolana, luego de la partida de Chevron, se presenta como un desafío monumental para PDVSA, con la necesidad de fortalecer su gestión para aprovechar las oportunidades de un mercado global cambiante.